Por Fabiola Castillo

El pasado 28 de febrero la Comisión de Trabajo y Previsión social de la Cámara de Senadores aprobó la iniciativa de Ley que pretende aumentar el aguinaldo de 15 a 30 días, de acuerdo a que actualmente en el artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo, señala que los patrones deben de pagar mínimo 15 días de aguinaldo a los empleados.

Cabe señalar que esta iniciativa de reforma de aguinaldo, desde hace más de 48 años, no se había tomado en cuenta para alguna modificación, siendo México un país de América latina con la prestación de aguinaldo más baja y con mayores horas laborales de trabajo.

Ahora bien, si es cierto que ya hay una iniciativa de reforma de ley, pero esto no significa que ya este aprobada, toda vez que primero tiene que pasar por los diferentes filtros que son: Cámara de diputados, Cámara de senadores y por último el presidente de la república mexicana, lista para publicarse en el Diario Oficial de la Federación, para su entrada en vigor.

Para los trabajadores es una muy buena noticia esta iniciativa de reforma laboral, pero ¿que implicaría este incremento de aguinaldo a las empresas y patrones?

Repercusiones para el empresario por el aumento del aguinaldo: Un aumento en la obligación de pagar el aguinaldo puede tener varias repercusiones para los empresarios. Entre ellas se incluyen un aumento en los costos laborales, lo que podría afectar la rentabilidad de la empresa. Además, podría generar presión sobre el flujo de efectivo de la empresa, especialmente si no se han previsto estos mayores desembolsos. Esto podría llevar a ajustes en otras áreas, como recortes de gastos o aumento en los precios de los productos o servicios ofrecidos por la empresa.

Beneficios para las grandes empresas: Las grandes empresas podrían beneficiarse de una mayor lealtad y satisfacción de los empleados, lo que podría resultar en una mayor productividad y retención de talento. Además, una fuerza laboral más contenta y comprometida puede mejorar la reputación de la empresa y generar una imagen positiva entre los consumidores. Sin embargo, esto dependería también de la capacidad de la empresa para absorber los costos adicionales asociados con el aumento del aguinaldo.

Reducción de impuestos a los empresarios: No necesariamente debería haber una reducción de impuestos a los empresarios como consecuencia directa del aumento del aguinaldo. Las políticas fiscales son determinadas por diversos factores, incluyendo las necesidades del presupuesto gubernamental, las condiciones económicas y las prioridades políticas. Aunque es posible que algunas reformas fiscales se implementen para compensar los costos adicionales que enfrentan las empresas, esto no es una garantía, y cualquier cambio en los impuestos sería el resultado de un proceso legislativo separado.

En resumen, un aumento en el aguinaldo podría tener diversas implicaciones para los empresarios, tanto en términos de costos como de beneficios potenciales. Sin embargo, cualquier cambio en los impuestos a los empresarios sería independiente de esta reforma y estaría sujeto a consideraciones y decisiones políticas adicionales.

Por cuanto a los trabajadores sería un logro más a sus derechos laborales.

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