Enemigo principal de la administración de tiempo

Por Daniel Cruz 

Las organizaciones actuales son cada vez más exigentes, y estas requieren que el colaborador además de las actividades diarias, participe en proyectos que promuevan el crecimiento de la organización, y es ahí donde quedan expuestas nuestras fortalezas y debilidades. 
El participar en proyectos hace que mejoremos nuestras técnicas de trabajo en equipo, es importante vernos como el eslabón de una cadena, y si nosotros entregamos a destiempo o con una mala calidad nuestro producto o servicio, estamos propiciando que el proyecto no se cumpla con los requerimientos previamente establecidos.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, el significado de la palabra Procrastinar, es: “diferir, aplazar”.


Durante el día podemos tener una lista enorme de tareas por hacer, a pesar de priorizar y poner manos a la obra, es muy probable que no terminemos todas, esto definitivamente no significa que estemos procrastinando. El priorizar es un excelente habito.


El mayor enemigo de la administración del tiempo es sin duda alguna “la procrastinación”, si tienes un proyecto y sabes que es prioritario y sin ningún motivo genuino no lo inicias, ¡estas procrastinando!


Todos tenemos tendencia a procrastinar, y para no sentirnos mal usamos frases como: “Aun tengo tiempo para terminar el proyecto”, “Bajo presión, doy mejores resultados”, “lo haré, después de hacer…”, “No tengo tiempo”, “Me faltan recursos”. Cuando decimos estas frases, estamos en la zona de riesgo, y muy seguro el proyecto no llegue a buen fin.


Somos procrastinadores por diferentes razones, la primera de ella es “No sé cómo hacerlo, pero si digo pareceré ignorante y eso no va conmigo”, segunda “No tomo notas, al fin tengo una gran memoria y siempre me acuerdo”, tercera “Es mucho trabajo, aunque lo inicie no lo terminare”, cuarta “Quiero tener la mejor idea y cuando la tenga, inicio”, quinta “El equipo me estresa, y así no puedo colaborar”. ¿Cuál es tu razón para procrastinar?


Cuando hayas identificado la razón de procrastinar elabora una estrategia, ejemplo, si tu razón para procrastinar es “No sé cómo hacerlo, pero si digo pareceré ignorante y eso no va conmigo”, entonces una estrategia que sugiero es: capacítate a través de cursos, solicita coaching a algún experto o a tus mismos compañeros, recuerda, ¡nadie está obligado a saber todo!


Nosotros mismos somos nuestra marca y tenemos un prestigio, y cada vez que incumplimos con la calidad de trabajo o en la fecha de entrega acordada con nuestro cliente interno o externo, nuestro prestigio merma.


Cada vez que concluyas un proyecto debes felicitar a quienes participaron, agradecer su esfuerzo y también date una recompensa. Recuerda “El trabajo bien realizado siempre es motivo de orgullo”.

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